No hay gente más prudente que un empresario, cualquier gesto hecho en público, cualquier declaración ante los medios de comunicación, puede tener consecuencias en sus clientes en el sentido de aumentar su fidelidad a dicha empresa o bien al contrario, dejar de comprar sus productos. Ese es el motivo por el que la mayoría de empresas situadas en Cataluña no haya tomado parte aún ante la deriva nacionalista del gobierno de la Generalitat. Sabemos que en el mundo empresarial existe sorpresa por la aceleración en los acontecimientos que está impulsando CiU, pero también honda preocupación acerca del final del camino que los nacionalistas han iniciado.
De momento el que más claramente se ha posicionado, en medio de furibundas críticas en medios políticos nacionalistas, ha sido José Manuel Lara, presidente de la Editorial Planeta, la más importante en lengua hispana y del grupo de comunicación encabezado por Antena 3, quien declaró que en el caso hipotético de que Cataluña alcanzase la independencia, algo que le parece totalmente imposible, su grupo abandonaría esta comunidad, porque no tendría sentido que su editorial “tenga su sede en un país extranjero que habla otro idioma”.
Sabemos que los nacionalistas hablan de un estado catalán en Europa, a lo que Lara responde que para ello sería en primer lugar necesaria la unanimidad del resto de países, España incluida, pero además, Cataluña sería contribuyente neto de la Comunidad, aportando tanto a más de lo que aporta ahora con España en conjunto.
